Y ahora de qué me disfrazo?

Ya no sé bien que ponerme para salir a la calle. Vivo pasando desapercibida. Y no hablo de la ropa sino de mi actitud.
Quiero que mi presencia se note, pisar fuerte, animarme a decir lo que se me antoje (desde las cosas más lindas hastas las mejores insolencias) y sin embargo, me boicoteo y nadie repara en que estoy ahí en ese momento.
Cuando me descubren, si es que logran descubrirme, si es que permito que me descubran.. Puedo llegar hasta ser agradable (a veces...).
Mientras tanto camino entre la gente y nadie me nota... Y hasta me chocan!!! Y ahi se dan cuenta que hay otro ser que existe y que fue brutalmente atropellado.
Alguna vez alguien me dijo ante este mismo reclamo.. "¿Y vos te viste cómo andas por la vida?"...
Y ahi entendí que sí, que tenia una actitud de mierda.. Que no se puede pretender no pasar desapercibida si caminas por las calles con anteojos oscuros, auriculares en los oídos y mirando hacia la nada...
Y aunque técnica no me falta, todavía no me llegó el bendito momento de la práctica. Sé todo lo que no debo hacer.. Sé perfectamente cómo comportarme.. Sin embargo, llegado el momento, no me animo a nada.. Y aunque muchas veces parezca pedante, es sólo mi timidez que me coloca escalones más abajo.

Mundos (IN) mundos

Pertenezco a un "mundo" al cuál no quiero pertenecer y quiero pertenecer a un "mundo" que por ahora me está vedado.
Al que pertenezco lo conozco de sobra, me muevo con total naturalidad. Siempre forme parte del mundo en el que vivo. Lo cierto es que ya no me gusta, no me agrada, no me causa placer, no me arranca espontáneamente una sonrisa..
Al otro, al que no pertenezco (pero me interesa pertenecer), no puedo acercarme porque no sé ni cómo se hace para estar en él. Este mundo, al que posiblemente nunca acceda (y no porque no quiera sino porque sé que sola no voy a lograrlo), limita mi otro mundo. Mi cotidiano.
En realidad ambos se limitan mutuamente y ninguno de esos mundos me deja estar en paz, tranquila. Y la lucha constante por pertenecer solo hace que mis fuerzas se descavezcan. Entonces, mientras intento pertencer a mundos a los que quisiera pertenecer pero no se ni como acceder a ellos, me olvido de vivir en mi mundo... El que ya no me gusta, no me agrada, no me causa placer, no me arranca espontaneamente una sonrisa.. Mi mundo gris. Mi encierro. Mi vida.

Límites

Cuál es el límite, esa delgada línea, entre el "sos el amor de mi vida" y el "llamame de vez en cuando para saber cómo estás. Pero no me digas nunca más un te amo".
Cuando alguien se enamora de otro alguien, estando con alguien, entiendo que el amor se termine. El nuevo alguien deslumbró, llenó, enamoró, deleitó a alguien. Y el antiguo alguien (ahora ex) se queda solo en el camino. Y esto sí lo escribo con conocimiento de causa. Y las responsabilidades son compartidas. El amor se acaba (y aparece otro amor ) porque quienes hasta el momento se profesaban amor, hicieron poco para mantenerlo, para alimentarlo.
En este caso, el límte está claro. Y más allá del llanto y el dolor, ese alguien (ahora ex) entiende que las cosas ya no van más. Que hay otro alguien que deslumbró, llenó, enamoró y deleitó a quien en un momento era su alguien, su mundo.
Pero cuando no hay un problema, un conflicto, un tercero, un desenamoramiento. Cómo hacer para echar del mundo a un alguien, tu mundo hasta ese momento, que ahora decide que, pese a que jura que te ama, no va a estar más con vos ¿Contra quien se pelea? ¿Quién es el enemigo? ¿Cuáles son los fantasmas? ¿A quien echar culpas? ¿Qué cosas hay para corregir o replantearse?
Dónde quedan los besos, los abrazos, las caricias, los te amo. Cómo hacer para volver a dar besos, abrazos, caricias y decir te amo. Cuál es el punto en el que el dolor cede nuevamente a la pasión. Como encontrar nuevamente ese amor, esa pasión por alguien sin volver a lastimarse.
Dónde encontrar a ese alguien que tenga los límites tan claros que nunca te diga "sos lo mas importante que me pasó en la vida. Te amo. Pero no voy a estar más con vos. LLamame de vez en cuando para saber cómo estás. Pero no me digas nunca más te amo."

Malas compañías

Te acompaño como puedo, desde la más cruel distancia. Y no hablo de los kilómetros, sino de la que vos estupidamente fabricaste en nombre del amor.
Pese a todo, aunque no te importe que en este momento esté pensando en lo triste que debés estar... Te acompaño.

For no one

Pese a la poca afluencia de público (1 y por encargo), sigo acá...
Debería encontrar un buen agente de prensa que promocione este lugar.
De todos modos escribo para mi o para la posteridad, aunque esto suene rídiculo. No es que voy a transmitir grandes enseñanzas para las generaciones venideras. Y muchos menos por acá...
Pero si este soporte perdura en el tiempo, algún día (dentro de muchos años y cuando no me encuentren para acusarme de nada) espero que los míos puedan leer esta especie de "diario" privado / publico.
Muchos se sorprenderán. A otros les cerrará tanto mi vida. Podrán entender, finalmente, porque durante años lloré tanto.
Insisto también con la escritura (muy desordenada, por cierto, como mi vida) porque me sobra el tiempo. No porque me guste escribir sobre cosas mías. Me sobra todo el tiempo que le he dedicado en mails y mensajes de texto.
Es que todos los días desde que nos conocimos, me encargué de expresarle mi amor de las maneras que estaban a mi alcance. Llamados, mails y mensajes (que me pedía expresamente y después se nos hicieron una grata costumbre) que ella leía todas las noches antes de dormir. Muchos, cerca de 30.
Hasta que un día, no hace mucho tiempo, decidió que no quería más no tenerme a tantos kilómetros de distancia. Ya no le bastaba verme 4, 5 o 6 veces al año. A mi tampoco, pero no podía hacer nada. Y prefería mil veces ese sacrificio, a que me eche así de su vida. Porque amigas, amigas, me he jurado que nunca.

Ahuyentando posibles lectores

Hace un tiempo abrí este blog y nunca hice nada en él.
Como siempre en la vida busco una respuesta, se me ocurrió que no escribía acá por varios motivos:
-Porque probablemente no tenga mucho para decir.
-Porque soy muy crítica y seguramente nada de lo que aquí intente escribir pueda agradarme.
-Porque desconozco las herramientas para hacer visualmente atractivo este texto.
-Porque seguramente se convertirá en un sitio de mi vida. Y no soy una persona famosa o influyente para que a alguien pueda interesarle mi vida.
-Porque si no recibo comentarios, mi ego será lastimado profundamente.

Hoy me decidí. Y esta vez no me pregunté por qué. Aunque íntimamente creo que ya no quiero escribir mis cosas en papeles sueltos que después, sistemáticamente, arrojo al tacho de basura.

Me presento: soy Caro. En realidad soy dos Caros. El que me lea, tendrá la suerte (sic) de conocer a las dos. El resto de los mortales, conocerán (y conocen) solo a una.
Intentaré ser clara. Existe una Caro que le arruinó la vida a la otra Caro (la que domina gran parte de la vida de esta Caro, quien escribe).
Para entendernos mejor, llamaré Caro (a la del resto del “mundo”) y Caro 1 a la que en este momento está escribiendo.
Caro 1 es la que se va a dormir sola todas las noches. La mentirosa (para el resto del "mundo"), la clandestina. La que en un intento por ser feliz, le arruinó la vida a C.
Caro es segura, independiente, agradable, práctica. Caro 1 es tan básica… Es sólo lágrimas, moco y sueños.

Y yo… Me acuesto siendo Caro 1, con un nudo en el pecho y con una gran tristeza en el alma y me levanto siendo Caro; la parienteamigaprofesionalubicadaeducadaysocialmentecorrecta como todo el “mundo” la conoce. A la noche, sola, vuelvo a ser Caro 1 llena de miedos, fracasos y nostalgias.

Probablemente las cosas no son así como las relato y haya sido C quien le arruinó la vida a C1, quien escribe.