lunes, 13 de septiembre de 2010

El problema es y no el tiempo.
Antes creía que si me apuraba podía resultar insoportable y si me dejaba estar, otra mucho más hábil iba a ganar a la mujer que yo estaba rondando.
Poco fiel a mis principios, me apure y otra más apurada me ganó de mano...
Y el encuentro planeado quedó en la nada...
Más rápido no me salen las cosas. Además es una competencia de la que no quiero participar...
Si las posibilidades de relacionarte dependen de la velocidad de las propuestas... Cagamos...
Bienvenido el canibalismo y la histeria a estas pampas!!